(Foto: Freepik)
Las organizaciones atraviesan un momento clave en su relación con los trabajadores, donde el bienestar emocional comienza a pesar más que el sueldo, pues el 43% de los colaboradores hoy prioriza el salario emocional, la flexibilidad, propósito laboral y equilibrio sobre el económico, así lo indicó en entrevista Haydeé Jaime, Content Strategy Manager de Pandapé,
El reto de combatir la desmotivación laboral entre las nuevas generaciones
Esta nueva visión sobre el bienestar laboral logró identificar los retos que tienen las empresas para reconocer los fenómenos psicosociales que afectan en el comportamiento y desempeño de sus colaboradores, el primero es el taskmasking, que consiste en aparentar productividad para evitar la presión laboral de los jefes inmediatos.
“El taskmasking surge en culturas laborales que premian la dificultad, donde parecer ocupado vale más que entregar resultados reales”, señaló Haydeé Jaime.
Dicho comportamiento se presenta con mayor frecuencia entre millennials y la generación Z, aunque ninguna generación está exenta de replicarlo. Otro fenómeno que las empresas enfrentan es el craqueo silencioso, una forma de desvinculación emocional similar a la renuncia silenciosa, donde los empleados permanecen en sus puestos, pero con bajo compromiso y participación mínima.
“Esta falta de conexión emocional genera desinterés, menor interacción y, en consecuencia, baja productividad”, comentó Jaime.
Asimismo. explicó que fortalecer los liderazgos cercanos, la convivencia y la escucha activa ayuda a reducir este desgaste y recuperar el sentido de pertenencia dentro de las organizaciones.
No obstante, un punto en común entre estos fenómenos es el contexto mundial en los últimos años, en donde la pandemia del COVID-19 generó el miedo e incertidumbre económica que impulsó otra conducta conocida como job hugging, que implica aferrarse al trabajo actual incluso cuando ya no representa crecimiento profesional.
Aunque a primera vista puede parecer lealtad, es una situación que mantiene a los colaboradores en una posición sin brindarles nuevos objetivos que deriva en desmotivación o bajo rendimiento.
“Si las empresas identifican ese deseo de permanecer y lo convierten en oportunidades de desarrollo, pueden transformar el miedo en sentido de pertenencia y compromiso”, recomendó la experta.
Fuente: IDC Online. Para más información visita: https://idconline.mx/